Por el Lic. José Carlos Serrano Vargas
Al revisar cualquier libro de historia de México, se descubre que el Estado de Michoacán ha sido piedra angular para la construcción de nuestra patria.
Analicemos el papel que tuvo Michoacán en la lucha por la independencia de México.
Después de consumada la conquista de México, los españoles se dedicaron a explotar la fuerza de trabajo de los indígenas hasta casi extinguirlos. Cuando ya la mayoría de los indígenas habían muerto a consecuencia del abuso, las enfermedades y las pésimas condiciones de vida a las que habían sido relegados, y en las que lamentablemente aún viven muchos indígenas, trajeron esclavos negros para suplir la carencia de fuerza de trabajo. De este encuentro cultural entre los indígenas y los negros surgieron diversas castas que se sumaron a las ya existentes, producto del mestizaje entre españoles e indígenas, generándose un proceso de discriminación exasperado que incluía a los propios hijos de españoles nacidos en la Nueva España ya que estos últimos no eran considerados españoles puros y los llamaban criollos.
La educación en la Nueva España era exclusiva para españoles y criollos, era manejada por el clero y su principal fin era multiplicar el número de sacerdotes que ayudaran en la conquista religiosa de nuestro pueblo.
En el año 1540, el Obispo Vasco de Quiroga funda en la ciudad de Pátzcuaro el Colegio de San Nicolás Obispo, con el propósito de formar sacerdotes que lo auxiliaran en su proceso de evangelización.
En 1574, el cabildo resolvió entregar la responsabilidad académica a la Orden de los Jesuitas.
En 1580 con el cambio de la residencia episcopal de Pátzcuaro a Valladolid, el Colegio de San Nicolás también fue trasladado y fusionado al Colegio de San Miguel Guayangareo.
A fines del siglo XVII el Colegio de San Nicolás sufrió una profunda reforma en su reglamento y constituciones.
En el siglo XVIII se incluyeron las asignaturas de Filosofía, Teología Escolástica y Moral.
Un Real Decreto del 23 de noviembre de 1797, concedió al Colegio de San Nicolás el privilegio de incorporar las cátedras de Derecho Civil y Derecho Canónico a su estructura.
Fue precisamente a finales del siglo XVIII, cuando la influencia de las corrientes filosóficas europeas se dejó sentir en la Nueva España; el Colegio de San Nicolás acogió con vehemencia estas nuevas ideas produciendo un gran eco principalmente en Valladolid y Zamora, ciudades de un alto nivel cultural.
Gracias a esta fuerte influencia ideológica Valladolid se convirtió en el nervio vital de la independencia mexicana. En los principales colegios jesuitas se trazaron nuevos caminos en los sistemas de enseñanza. Las ideas de Descartes, Bacon, Copérnico, Newton, Maupeurtuis, La Condamine, Gassendi, Galileo, Kepler, Torricelli, Tournefort, corrieron libremente sobre los terrenos de la ciencia y la filosofía moderna.
Debido a que los jesuitas simpatizaron con el pensamiento ilustrado de la época, creció la desconfianza hacia ellos provocando que Carlos III los expulsara de la Nueva España en 1767. Entre los estos jesuitas expulsados se encontraban 2 brillantes humanistas mexicanos el Veracruzano Francisco Javier Clavijero y el michoacano Diego José Abad.
El gran hueco que dejaron los ideólogos jesuitas fue llenado en Valladolid por el doctor en teología Don José Antonio Pérez Calama, egresado de la Universidad de Salamanca, quien jugó un papel destacado por su relación con Hidalgo y otros notables contemporáneos en la historia de la independencia. Otro de estos importantes ilustrados fue Benito Díaz de Gamarra, originario de Zamora.
Los conceptos de libertad, igualdad y fraternidad y las ideas inspiradas en el liberalismo de John Locke y en los enciclopedistas franceses cuyo denominador común era el racionalismo que analiza tanto los conocimientos como las actividades del hombre empezaron a dar sus frutos entre los intelectuales y humanistas de la época.
Como consecuencia de esta revolución ideológica en la Nueva España, en el Colegio de San Nicolás Obispo, columna vertebral de la Independencia de México, antecedente de nuestra actual Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, se realizó la primera conspiración por la independencia el 21 de diciembre de 1809, encabezada, entre otros, por Don José García Obeso, Don Mariano Michelena, Don José Ma. Izazaga, Fray Vicente Santa María, Lic. Manuel Ruiz de Chávez y el Lic. José Antonio Soto Saldaña. Pero lamentablemente fue descubierta por el intendente Dr. Alonso de Terán.
Pero fue otro gran baluarte del Colegio de San Nicolás, su rector el criollo Miguel Hidalgo y Costilla, formado en el ambiente ilustrado de Valladolid, quien dio el grito de libertad, instando a la lucha el 15 de septiembre de 1810, en el pueblo de Dolores, Guanajuato.
Michoacán esperaba con ansia tan importante proclama y dos días después cuando al fin llegó tan esperada noticia, el padre Manuel de la Torre Lloreda y Gertrudis Bocanegra de Lazo de la Vega, en Pátzcuaro y el capitán José María García Obeso, en Morelia, encabezaron grupos dispuestos a la insurrección. A este movimiento se unieron Ignacio López Rayón y sus hermanos, en Tlalpujahua; los curas Antonio Macías, en la Piedad, Marcos Castellanos, en Sahuayo; Luciano Farías en Cotija; José Sixto Verduzco en Zamora y, desde Carácuaro, uno de los más grandes caudillos de esta guerra: Don José María Morelos y Pavón, nacido en Valladolid y discípulo de Miguel Hidalgo en el Colegio de San Nicolás Obispo.
El 19 de octubre de 1810, en Valladolid, Don José María Anzorena, asesor intendente y comandante militar de las fuerzas insurgentes, por instrucciones de Hidalgo, publicó el decreto que abolía la esclavitud en México.
Fue en Charo, a 15 kilómetros de Valladolid, el 20 de octubre de 1810, en donde Hidalgo se entrevista con Don José María Morelos y Pavón y con el Lic. Ignacio López Rayón. Juntos continúan hasta Indaparapeo, en donde Hidalgo comisionó a Morelos para insurreccionar el sur y tomar Acapulco.
Continuó Hidalgo la ruta hacia la capital por Zinapécuaro, Acámbaro (21 de octubre), Tarandacuo, Maravatío (22 de octubre) y la hacienda de Pateo, la de Tepetongo, La Jornada y San Felipe del Obraje.
El 11 de noviembre de 1810, Hidalgo entró nuevamente a Valladolid, en donde permanece hasta el 17 del mismo mes, después abandona Valladolid para continuar su ruta hacia Guadalajara, pasando por Itzícuaro, Coro, Tecacho, La Ranchería de las Piedras, Zipimeo, Tlazazalca, Zamora, a la que llegó el 21 de noviembre y le otorgó el rango de ciudad.
A partir de 1811 Valladolid cae en manos de los realistas, quienes la mantienen bajo control hasta el final de la Guerra de Independencia.
Con la muerte de Don Miguel Hidalgo, quedó como Generalísimo del Ejército Independentista Don José María Morelos.
Ignacio López Rayón estableció en Zitácuaro el 21 de agosto de 1811 el Primer Congreso Nacional Gubernativo o Suprema Junta Nacional Americana.
En 1812 se libran batallas con alto valor histórico en Zitácuaro, Acuitzio, Zipimeo y Tacámbaro, en donde se destruye la fábrica de cañones de Muñiz.
En 1813, en su intento por establecer el Congreso en Valladolid y de ahí invadir el occidente y el centro del país, Morelos marcha en noviembre por la margen derecha del Mezcala hasta Huetamo, de ahí, marcha hacia el norte hasta Valladolid, donde es derrotado por los realistas, al mando de Iturbide y de Llano, en las lomas de Santa María.
En 1814 Morelos marcha hacia Puruarán, donde es vencido, perdiendo toda su artillería, municiones, gran parte de sus armas y a su brazo derecho, el cura Mariano Matamoros, quien es capturado y conducido a Valladolid, en donde fue procesado y ejecutado el 3 de febrero de ese mismo año.
El 22 de octubre de 1814, se decretó en Apatzingán la “Primera Constitución o Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana”. Ahí mismo, Don José María Morelos dio lectura a los “Sentimientos de la Nación”, en donde expresó el surgimiento de la Nación Mexicana, la supresión de las castas y se plasman los objetivos y contenidos ideológicos del movimiento independentista, que superó las aspiraciones de poder de los criollos para anteponer las del pueblo mexicano. Días más tarde se instaló el Primer Tribunal de Justicia, en Ario de Rosales.
El 2 de noviembre de 1814 en Puruarán, es sorprendido mientras dormía el regimiento insurgente, entre los muertos se encontraba Don Manuel Villalongín, célebre insurgente michoacano.
Del 20 de enero al 16 de marzo de 1815, Iturbide y Llano ponen sitio a Cóporo, donde Ramón Rayón se fortificó por más de dos años y rechazó los ataques realistas.
El 13 de septiembre de 1816 el Ejército Realista ataca la isla de Janitzio.
En 1817 surge la rivalidad entre los insurgentes Rosales y Muñiz por la comandancia de Michoacán, lo que provoca que los puestos insurgentes vayan cayendo uno a uno en manos de los realistas.
En 1818 los insurgentes San Martín y Villaseñor reinstalan la junta en Zárate (Turicato). La Junta es restablecida por última vez en Huetamo, por Don José María Pagola, Mariano Sánchez Arreola y Don Pedro Villaseñor.
En 1820 Agustín de Iturbide, que no era partidario de la independencia, se une a los conjurados de la Profesa y se convierte en el Jefe del levantamiento militar al servicio del alto clero y de la aristocracia criolla y española, que buscan separar a México de España para salvar sus propiedades y privilegios, amenazados por los liberales de la Constitución Española.
De esta alianza, surgió el Plan de Iguala, que acepta Don Vicente Guerrero, con lo cual se consuma la independencia política de México.
Michoacán se adhiere al Plan de Iguala en 1821. Filisola lo proclama en Zitácuaro, Codallos en Maravatío, Barragán en Ario, y Domínguez en Apatzingán, sólo Valladolid se mantiene fiel al Rey hasta el 22 de mayo de ese mismo año, fecha en la que Iturbide entró a Valladolid tras la capitulación de las fuerzas de Quintanar; sellando así la Independencia en el territorio michoacano.
Ser un pueblo de héroes no es fácil y el hecho de que en Michoacán se libraran intensas batallas en la lucha por la independencia, mermó enormemente a su población. Una gran parte de los michoacanos murieron por la patria, dejando una gran cantidad de huérfanos y viudas a lo largo de todo su territorio.
En 1822, la población total de Michoacán era de 365,080 habitantes que se distribuían en 3 ciudades, 3 villas, 265 pueblos, 83 parroquias, 68 vicarías, 333 haciendas, 1,365 ranchos, 110 estancias y 91 ayuntamientos. De ellos, 178, 052 eran hombres y 187,028 mujeres. De estas últimas, 19,757 habían perdido a sus maridos durante el conflicto armado.
Como ejemplos de la magnitud del sacrificio del pueblo michoacano basta mencionar los siguientes:
La ciudad de Valladolid en 1810 tenía una población de 20,000 habitantes aproximadamente y en 1811 no llegaba a 3,000 contando a toda la tropa de guarnición.
El pueblo de Ario de Rosales, que siempre estuvo dispuesto a dar la vida por defender el ideal de libertad e independencia, fue saqueado, incendiado y destruido dos veces y los realistas masacraron a medio pueblo en la “Barranca de las Ánimas”.
En los primeros días del año 1812, Calleja, tomó por asalto Zitácuaro, al que arrasa y quema.
Michoacán, es tierra de héroes y de valientes que ocupará siempre un lugar preponderante en la historia de nuestro país, no sólo en la que se encuentra escrita, sino en la que aún falta por escribir.
En víspera del bicentenario de la independencia, se abre espacio hacia la reflexión y el análisis de la lucha de nuestros héroes. ¿Qué hemos hecho de nuestra patria?, ¿los mexicanos seguimos siendo tan valientes como para defender con nuestra vida, nuestra patria, nuestras ideas, nuestros recursos naturales y la integridad de nuestro territorio?
En nuestra actual época de grandes y rápidos cambios, una nueva revolución ideológica se gesta y sin duda Michoacán volverá a formar parte fundamental de la nueva historia de México.
Bibliografía:
Sánchez Díaz Gerardo, Michoacán: Tres Décadas de Historia Militar, 1988, UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas versión electrónica: http://www.iih.unam.mx/moderna/ehmc/ehmc11/138.html
Enciclopedia de los Municipios de México, Michoacán, http://www.e-local.gob.mx/wb2/ELOCAL/EMM_michoacan
Página de la UMSNH : http://www.umich.mx/acerca/historiaUMSNH.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario